¿Te acuerdas de nuestro post sobre datos interesantes de Francia? Es posible que hasta que lo leíste no sabías que aproximadamente una cuarta parte de Francia está cubierta de bosques, lo que la convierte en el cuarto país más boscoso de la UE, después de Suecia, Finlandia y España.
También puede que no supieras que Francia es el país más visitado del mundo. Y por una buena razón. Millones de personas viajan a Francia cada año, no solo por su inmenso patrimonio arquitectónico y humano, sino porque el país también cuenta con muchas maravillas naturales que sólo los más afortunados llegan a conocer.
En este post hemos seleccionado 5 maravillas naturales de Francia, aunque hay muchas más. Todo estudiante que haga un curso de francés en París debería apuntar estos 5 lugares en su lista de cosas que hacer antes de morir:
Mont Blanc
El majestuoso Mont Blanc es la montaña más alta de Europa. Situada en los Alpes franceses, en la frontera entre Italia y Francia, la montaña se eleva hasta los 4.808 metros de altura. Es el undécimo pico más alto del mundo. Está rodeada de numerosos glaciares: al sur Freney, Brenva, Miage, Mont Blanc y Brouillard; y al norte Bossons y Mer de Glace. Se conoce como un lugar popular entre los escaladores, aunque no fue hasta 1786 cuando el primer escalador realizó con éxito el primer intento de subir. El Mont Blanc está considerado como una de las montañas más mortíferas del mundo debido al número de accidentes de esquí, aéreos e incendios en túneles.
Falaises d’Etretat (Acantilados de Etretat)
Étretat es una ciudad agrícola francesa situada en la región de Alta Normandía. Es muy popular por sus maravillosos acantilados situados en una playa turística. Estos acantilados sirvieron de inspiración a artistas franceses muy importantes como Eugene Boudin, Gustave Courbet y Claude Monet. Una de las imágenes más icónicas de los acantilados de Étretat es su hermoso arco natural y la «trompa de elefante», una aguja originada de forma natural que emerge del mar. Sin duda, una parada obligada para comer un helado artesanal o relajarse en su larga playa de piedritas.
Duna del Pilat
Es uno de los parajes naturales más bellos y visitados de Francia. Esta impresionante y sobrecogedora duna es la más alta de Europa. Se encuentra a 70 km al suroeste de Burdeos. Con 2,7 km de longitud de norte a sur y 500 m de oeste a este, y tiene más de 60 millones de metros cúbicos de arena acumulada por el viento. La Dune du Pilat es un lugar perfecto para hacer senderismo, parapente o simplemente pasear y disfrutar de la sensación de libertad y eternidad.
La Grotte de St Marcel d’Ardèche (Gruta de San Marcel de Ardèche)
Cerca de la región de Bidón se esconde un tesoro natural que hará que te sientas en un mundo mágico. Se trata de la Gruta de St Marcel d’Ardèche. Un cazador la descubrió en 1836 cuando perseguía a su hurón. Por accidente se encontró con un sistema de galerías subterráneo de 57 km de longitud. Uno de los principales atractivos de la cueva son sus mágicas piscinas naturales creadas por la acumulación de calcita y otros minerales. La encantadora iluminación de las galerías y las piscinas de la cueva hacen que este lugar tenga un ambiente de cuento de hadas.
Gargantas del Tarn, Lozère
Las Gargantas del Tarn son unos desfiladeros espectaculares que recorren el río Tarn en la región de Lozère, en el Sur de Francia. Las gargantas del Tarn son de las más profundas de Europa y una de las maravillas naturales más bellas de Francia. Están rodeadas de acantilados rocosos atravesados por carreteras con grandes espectaculares vistas panorámicas. Hay una carretera que bordea el lecho de las gargantas con numerosos miradores en los que puedes hacer una parada y disfrutar de este maravilloso paraje de Francia.